miércoles, 28 de septiembre de 2016

28/09/2016

   Mi vida últimamente consiste en buscarte en la letra de todas las canciones de amor, lo sorprendente es que te encuentro en todas y cada una de ellas. Consiste en escribirte a pesar de saber que nunca lo leerás, pero yo sigo escribiéndote, así, en primera persona, sin cansarme de recordarte que por encima de lo que siento no puede pasar el tiempo.
   Tú te alejas y yo me quedo esperando a que decidas volver, con las ganas abiertas y los brazos despiertos por si regresara la suerte de poder abrazarte. Y aunque no vayas a volver seguiré esperando como el primer día, como si nada hubiera pasado, aunque ya haya pasado toda mi vida. Que si perdí el tren por miedo a descarrilar correré hasta la siguiente estación, donde ya no existan dudas. Sé que prometí esperarte, pero tu prometiste venirme a buscar, y yo no aguando más dejando pasar el tiempo de brazos cruzados, como si no quedase nada por hacer. Así que saldré a buscarte, daré la vuelta al mundo en menos de ochenta días, porque cuando las ganas abren mis alas no existe vacío al que no pueda saltar. No me asustaré, porque cuando la meta eres tú, cualquier obstáculo merecerá la pena. 
   Y cuando llegue al final, si tú no estás, me quedaré con haber luchado contra mis peores miedos y a favor de mis mayores sueños. Y entre tanto, habré vivido. 

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