Antes de que acabes de poner rumbo a un lugar donde dejes de sufrir quiero decirte que estés dónde estés siempre vas a estar conmigo, dentro de mí. No sabes cuánto me gustaría que te quedases un poco más, o darle la vuelta al reloj para volver a pasar por todos estos años a tu lado. Gracias, por todo lo vivido, por todo lo que me habéis enseñado y por absolutamente toda la vida que me habéis entregado. Es duro ver como poco a poco te apagas, como te consumes día a día sin que podamos hacer nada por ti, a veces es mejor quemarse que apagarse lentamente. Me niego a aceptar que no estarás en los momentos más importantes de mi vida, que no podré enseñarte hasta dónde voy a llegar, no quiero, no sin ti, no sin vosotros. Desde el primer día de mi vida hasta el último aliento siempre seréis lo más importante para mi.
Puta enfermedad, las peores cosas siempre le pasan a las mejores personas... Has luchado todo lo que has podido y un poquito más y no sabes lo agradecidos que estamos por ello. Te quiero, de aquí a la luna ida y vuelta.
