miércoles, 19 de noviembre de 2014

Gracias. 19/11/2014

   Hoy no puedo hacer otra cosa que escribir sobre temas felices, ¡la persona que me trajo a este blog por tristeza ha vuelto! Y no puedo hacer otra cosa que darle las gracias, por que sin él esto no existiría, no tendría un lugar donde dar las gracias y lamentarme sobre mis desgracias, que aunque mínimas, a cada uno le duele lo suyo. Últimamente la verdad es que carezco de imaginación suficiente para escribir algo medianamente decente.. Muchas veces entro aquí pensando que algo bueno podría salir de mi cabeza y lo único que sale es basura como esto. 
   Hoy ha sido un día bastante extraño la verdad, me desperté con un humor de perros y pensaba que sería uno de los peores días que he tenido pero sin embargo gracias a esa persona ha mejorado bastante y me siento bien (es raro que yo me sienta bien en algún momento) En realidad es increíble lo que pueden cambiar las cosas de un instante a otro, puedes ser realmente feliz y de repente sentirte la peor persona del mundo, o puedes estar hecho una verdadera mierda y que te regalen una sonrisa que te dure para todo el día, ahora estás aquí y después de unos instantes no sabes si seguirás aquí, no puedes saber que vas a pensar de aquí a una semana, y mucho menos puedes asegurar que tus sentimientos no van a cambiar, porque de un momento a otro las cosas se desvanecen y tan pronto como vienen se van, el secreto está en disfrutarlas cuando las tienes. 
   A todo el mundo le ha pasado que ha infravalorado algo que tenía y de repente ya no estaba, pero sinceramente esto a mi solo me ha pasado una vez en toda mi vida, siempre he sabido cuidar las cosas que se me han dado y valorarlas lo suficiente, quizás hasta demasiado, pero con tan solo esa vez que me pasó aprendí para toda la vida, ha sido de las cosas más dolorosas que me han pasado, por no decir la más dolorosa, al menos hasta el momento, no demostré mi cariño hacia una persona que realmente lo merecía, merecía toda la fuerza del mundo para seguir adelante, pero las cosas nunca son como uno espera. Me culpé de esto durante bastante tiempo pero la vida me perdonó, él me perdonó, y no puedo hacer otra cosa que darle las gracias, gracias Yayo por enseñarme cosas hasta cuando ya no estabas. Podéis creer que esto lo cuento como algo triste que me ha pasado, pero lo hago totalmente al contrario, lo hago orgullosa por haber aprendido esta lección y por la persona que me la ha enseñado. 
   Hoy también voy a daros las gracias a vosotros, seáis quienes seáis, solo por estar leyendo esto, a la gente que me lee habitualmente y dedica su tiempo a saber un poquito más sobre mi. Gracias por tanto.


Atte:
-N-

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