miércoles, 20 de julio de 2016

Rota 20/07/2016

   Era bonita como las demás, quizá no ese tipo de "bonita" que la gente suele esperar, ella era bonita por dentro... Era la persona más entregada que he conocido en la vida. Hacía malabares para que los demás sonrieras, pero ella olvidó como hacer para ser feliz. Veía como hacía feliz a los demás y viendo aquello ella estaba feliz. Pero a la hora de echar a volar se dio cuenta de que había cortado sus propias alas.
   Era bonita como las demás, tal vez un poco más rota a cada segundo que pasaba, rota por dentro y por fuera. Ya no era la persona que curaba el mal de todos. Ya no le quedaban ganas ni fuerzas para hacer felices a los demás, también olvidó cómo hacerlo. Nunca más intentó alzar su vuelo.
   Era bonita como las demás, era, en pasado, porque se volvió un lobo solitario. Pasaba los días encerrada en su habitación intentando refugiarse en la letra de alguna canción que la comprendiera. Pasaba las noches tumbada en la cama, mirando al techo y dejando rodar las lágrimas por su cara.
   Era bonita como las demás, hasta que, sin darse cuenta, dejó de ser ella, era su cuerpo, su cubierta, pero ya no era ella. No era ella ni nadie, existía porque era lo que le habían dicho que tenía que hacer. No era ella ni volvió a serlo... 
   No sabéis cuánto echo de menos ser yo... 

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